Tu hogar debe ser cómodo, acogedor y, además, reflejar tu personalidad y forma de vivir. Para elegir el mejor estilo, es importante que tengas estos aspectos en cuenta. Solo así conseguirás ese hogar que responde a tus necesidades y en que te sientes completamente cómodo y feliz.

Estilos perfectos para personas tranquilas

Si tienes una cierta edad o buscas un hogar que transmita calma, que sea cómodo y funcional, el estilo clásico es perfecto. Es un estilo sin estridencias, elegante, que emplea materiales nobles como la madera y apuesta por líneas tradicionales.

Pero la calma en su máxima expresión la represente el estilo slow, muy de tendencia en los últimos tiempos. Mobiliario básico, ausencia de elementos superfluos, materiales naturales y sostenibles como madera y mimbre, textiles también naturales, colores claros, plantas y mucho orden son las claves de este estilo.

Estilos que muestran mucha personalidad

Si la tuya es una personalidad muy marcada, alegre o a la que le gusta el riesgo, también hay un estilo perfecto para ti. Empezamos por el shabby chic, un estilo a medio camino entre el romántico y el vintage o el provenzal. Piezas clásicas recuperadas, muebles de forja, colores pastel, estampados de flores y algún que otro detalle elegante o dorado son algunas de sus características.

Muy diferente, es el wabi sabi. Es un estilo que busca la belleza en aquello que no es perfecto. Por este motivo apuesta por muebles desgastados o que muestran el paso del tiempo en ellos, por materiales muy poco tratados o tejidos toscos.

Otro estilo muy particular es el ecléctico. Un estilo perfecto para ti si lo que buscas es una decoración con mucha personalidad. ¿Cómo conseguirlo? Combinando piezas de estilos muy diferentes. Eso sí, conviene encontrar un cierto equilibrio para evitar estridencias.

Estilos perfectos si eres una persona sencilla

Si buscas que tu hogar sea cálido, si te gusta lo simple pero con buen gusto, no solo pues optar por el estilo slow. El nórdico es una buena opción para ti. Son hogares que transmiten calidez y armonía, muy luminosos y acogedores. En él dominan los colores claros, los materiales orgánicos y sostenibles y un mobiliario tan cómodo como funcional.

Si prefieres un toque más “espiritual” para tu hogar, el estilo japandi es perfecto. Combina esos aspectos que hemos mencionado en el estilo nórdico con un ambiente zen y preceptos del feng shui. El resultado son ambientes muy relajantes y, a la vez, elegantes.

¿No te convence ninguno? Hay alternativas

La lista de estilos decorativos es amplia. Si ninguno de los anteriores se adecua a lo que estás buscando, y eres un urbanita declarado, apuesta por un estilo industrial. Combina materiales como hierro, madera, cemento y ladrillo desnudo. Apuesta, además, por muebles robustos, que no significa incómodos.

Si, en cambio, eres un nostálgico nato, tal vez el tuyo sea un estilo vintage. Muebles recuperados, telas alegres y con estampados llamativos, sofás tipo chester y cabeceros en capitoné son algunos de sus elementos clave.

Son algunos estilos entre los que puedes elegir para decorar tu hogar. Aún hay más: oriental, mediterráneo, rústico, retro… Incluso puedes mezclar unos con otros intentando, eso sí, encontrar un equilibrio. Lo ideal en cualquier caso es que tu casa sea tu verdadero refugio y te encuentres cómodo en ella.